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Crítica de cine
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

‘Esmorza amb mi’: valiosa radiografía del desamor en tiempos descreídos

El debut de Iván Morales es una más de las en apariencia pequeñas películas españolas que se han estrenado en las últimas semanas, y que confirman el estimable panorama general

Anna Alarcón y Álvaro Cervantes, en 'Esmorza amb mi'.
Javier Ocaña

Aunque se configurara como un ejercicio más cercano a la pulsión política que a la introspección emocional o sexual, Encuesta sobre el amor, documental dirigido por Pier Paolo Pasolini en 1964, intentaba asomarse al alma colectiva de la Italia de su tiempo, micrófono en mano e imagen sostenida a unos palmos del rostro. En Esmorza amb mi (Desayuna conmigo), debut en la dirección cinematográfica del hasta ahora guionista y dramaturgo Iván Morales, y adaptación de su propia obra teatral, aquella película de Pasolini no solo es citada de forma explícita, sino que actúa como eje simbólico para definir a uno de sus personajes: una documentalista catalana que investiga su reverso, el desamor. Una empresa, en ambos casos, abocada a lo imposible. ¿Alguien es capaz de entender tal abismo?

Con una estructura de relatos cruzados que se suceden de forma secuencial —cuatro historias personales que se desarrollan entre los 20 y los 35 minutos, con conexiones constantes entre cada uno de los roles—, Esmorza amb mi se inscribe en una peculiar línea de cine comercial de autor tendente a la independencia. Una producción surgida desde los márgenes que, en uno de sus hilos narrativos, reflexiona además sobre la tensión entre la autenticidad radical y la integración en el sistema, en el cauce del mainstream. Y un creativo trabajo con excelentes interpretaciones de Anna Alarcón, Álvaro Cervantes, Marina Salas e Iván Massagué, que juega con los cambios de formatos audiovisuales y narrativos —del móvil en vertical a la pantalla panorámica; de los testimonios a cámara como falso documental a la ficción pura y dura—, mientras articula una reflexión que huye de lo teórico para bucear en lo práctico.

Oriol Pla y Álvaro Cervantes, en 'Esmorza amb mi'.

En la primera historia, con el encuentro entre la documentalista que ha quedado impedida temporalmente en silla de ruedas tras un accidente y el prometedor músico que se plegó al dinero fácil, se articula ya el simbolismo del desayuno como cumbre de la complicidad en pareja. Él, romántico, directo, emotivo, mensajero de canciones con las que compartir sensibilidades, le hace un zumo de naranja a ella tras una noche de sexo y la apremia porque “si no se le irán las vitaminas”. Ella, descreída, cliché con patas contra cualquier ternura, no se sabe si dolida, gangrenada o plenamente convencida de la mierda de la vida en pareja, lo acaba despidiendo de casa porque las mañanas no le interesan, solo las noches. De hecho, el personaje de ficción se aproxima al formato documental del modo más erróneo posible: con la teoría ya compuesta; buscando voces que se la confirmen en pantalla. No quiere entender el desamor, solo quiere que le aseveren que el amor es el desastre. Y no entiende que eso no es un documental, sino un panfleto.

Por suerte, Morales no juega en su película con las teorías de su criatura. Despliega su relato a través de gente buena, cercana y sin filtros que lo ha pasado fatal en la vida, pero que ha decidido no odiar ni encerrarse. Personas sabedoras de que el peor desamor es el de no quererse a uno mismo. Aun así, el director también comprende que el discurso míster wonderful no puede ser más trilero en demasiadas ocasiones, y que cualquiera tiene derrapes, caídas y hundimientos en su convencimiento de lo amable. Que todo es mucho más complejo que el color pastel con que lo pintan, y que incluso el alma buena que interpreta Massagué (primo hermano del Philip Seymour Hoffman de Magnolia) es capaz de comportarse con ruindad cuando le asalta el miedo. El miedo del desamor.

Con algún momento en que la exageración física y verbal enturbia un tanto su delicadeza, Esmorza amb mi es una más de las (en apariencia) pequeñas películas españolas que se han ido estrenando en el último mes y medio, y que confirman el estimable panorama general en torno a nuestros cineastas primerizos.

Esmorza amb mi

Dirección: Iván Morales.

Intérpretes: Anna Alarcón, Álvaro Cervantes, Marina Salas, Iván Massagué. 

Género: drama. España, 2025.

Duración: 98 minutos.

Estreno: 12 de junio.

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Sobre la firma

Javier Ocaña
Crítico de cine de EL PAÍS desde 2003. Profesor de cine para la Junta de Colegios Mayores de Madrid. Colaborador de 'Hoy por hoy', en la SER y de 'Historia de nuestro cine', en La2 de TVE. Autor de 'De Blancanieves a Kurosawa: La aventura de ver cine con los hijos'. Una vida disfrutando de las películas; media vida intentando desentrañar su arte.
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